miércoles, 29 de agosto de 2007

YO AMO A PISCO. Y TU?

Hay lugares que recordaré toda mi vida y Pisco será uno de ellos. Hay momentos que recordaré toda mi vida y el 15 de agosto de 2007 será una fecha para hacerlo. Hay sentimientos que recordaré toda mi vida y lo serán el haber sido testigo de tanto dolor, desolación y muerte.

Han pasado 14 días desde aquel infierno y yo sigo preguntándome si estaba preparado para eso. Se lo pregunte a mi compañero aquella primera mañana de dolor con la que despertó la ciudad de Pisco. Me respondió que no. Y es que nada en esta vida te prepara para ser testigo de la muerte. Olerla, respirarla, caminar sobre ella, tenerla tan cerca y sobre todo asumirla.

En estas dos semanas he podido ver las dos caras de la moneda. Vi grandes muestras de desprendimiento y acciones solidarias que me hicieron creer nuevamente en la condición humana. Pero también vi el lado despreciable del hombre, aquel que trafica y se alimenta de la desgracia ajena. Buitres mediáticos que buscan vender una imagen o sacar tajada a costo del dolor de otros. A esos seres solo los puedo llamar hijos de puta y felizmente ustedes ya saben quienes son.

Existen mil historias que contar, mil ángulos que dar, mil imágenes que tomar pero siempre existirá un solo sentimiento, ese que lleva en la piel todo pisqueño de nacimiento y que a pesar de los 7.9 grados nunca se derrumbó, a pesar que la cifra de victimas superó las 4 que inicialmente informó el presidente – sin saber lo que en verdad pasaba- y que ahora ya suman mas de 500, a pesar que tu mama o tu papa o tu hijo o tío o tu hermana ya no están a tu lado porque tuvieron que partir, a pesar que existen 100mil damnificados y que muchos de ellos duermen en las calles sufriendo de frío porque el gobierno aun no es capaz de organizarse para darles techo, a pesar que la comida que les dan no es suficiente, a pesar de todo para lo que te esforzaste y trabajaste durante años lo veas ahora derrumbado, aplastado, hecho polvo. A pesar de eso y mucho más, este sentimiento aun esta presente y seguirá latiendo en muchos corazones: YO AMO A PISCO. Y TU? Ésta frase no la inventé yo. Ésta frase tan significativa en estos momentos dificiles se puede leer desde la plaza de armas de Pisco en un gran letrero sobre un edificio que no se derrumbó y que se levanta a lo alto, así como lo hará en un futuro esta hermosa ciudad.
Yo.


jueves, 8 de marzo de 2007

visa para un sueño


"De todas partes llegan sobres de la nostalgia/ narrando cómo hay que empezar desde cero/ navegar por idiomas que apenas son afluentes/ construirse algún sitio en cualquier sitio/ a veces lindas veces con manos solidarias/ y otras amargas veces recibiendo en la nuca/ la mirada xenófoba..." Del poema: Otra noción de patria de Mario Benedetti.


La navidad que pasó me trajo un anhelado regalo. David, mi mejor amigo, el de las travesuras de la infancia, volvió al barrio. Hace casi cuatro años David se fue a Estados Unidos. Despegó para volar alto y llegar a un lugar lejano donde dicen que los sueños se hacen realidad.
El sueño esperado dicen algunos- de los que nacimos al sur de Estados Unidos, en su trastienda, en el patio trasero del gigante ricachón.Sueño recurrente de aquellos que están hartos de su país, donde no tienen los medios que reclaman y donde su ingenio y talento no da fama.

Día a día el aeropuerto Jorge Chávez es testigo de una gran fuga de talentos: Ingenieros, economistas, abogados, carpinteros, mecánicos y miles de peruanos y peruanas que optan por buscarse su futuro en otro país, muy lejos de casa. Peruanos y peruanas que dejan aquí sus emociones más profundas, las que calan muy hondo y te ponen la piel de gallina. Emociones que a la distancia, y en soledad, te hacen romper en llanto silencioso y amargo. Sus esposas no podrán decirles al oído: Te quiero mucho, mi amor; tampoco oirán el primer llanto de su hijo recién nacido.Peruanos que de pronto echan de menos todo: su familia, su casa, su barrio, el chino de la esquina, la chanfainita de luca. Todo.

Millones afuera
Más de un millón de peruanos salieron del país en los últimos cinco años, según el informe "Peruanos en el Exterior", presentado por la Cancillería Peruana. El informe señala, además, que más de dos millones de peruanos viven fuera del país, y que la mayoría no piensa regresar. La tierra del Tío Sam concentra la mayor cantidad de inmigrantes peruanos: casi un millón, la mayoría de los cuales se encuentra en situación de irregular y forma parte de los "ilegales".El endurecimiento de la política migratoria norteamericana durante la era Bush, que ya lleva varios años, hace cada vez es más difícil conseguir una visa para ingresar a Estados Unidos. Por ello los emigrantes buscan ahora nuevos horizontes. Argentina, Chile, Japón y España, son los destinos favoritos.

Pero sea el destino que fuere, los sentimientos de añoranza son los mismos.Aquí dejan olores, colores y muchos sabores, como el calentado del día anterior con café ralo que te prepara tu viejita por las mañanas para que te vayas a chambear bien pilas, o el cebichito del domingo.Allá se las arreglarán solos, compran comida rápida y son una tuerca más de la maquinaria laboral de ese país. Sin importarle a nadie. Temiendo en todo momento que te encuentre desprevenido una redada de la policía de migraciones. Allá cobrarás cada fin de semana con documentos falsos que conseguirás apenas llegues. Intentarás comunicarte en un idioma que no es el tuyo y aprenderás a decir en un tono latinamente suave y masticado: GUD MORNIN MISTER YONS, MEY AY GOU TU DE BAFRUM, PLIS.

Todo será duro, pero bien recompensado. Podrás mantener a tu familia, enviarles un dinerito a fin de mes. Pagarás los estudios de tus hermanos, los recibos de luz, agua y teléfono, y todo lo que acá no podías pagar. La recompensa será enorme y tu gente te lo hará saber en cada llamada que hagas. Todos querrán hablar contigo y pedirte favores, y mandarte besos y abrazos. Todos creerán que la pasas bien y que ganas mucho dinero, que vives el sueño americano. Querrán ser todos como tú, imitarte y viajar.Pero a veces te darán ganas de llorar, como el día que te fuiste temblando al aeropuerto y te despediste de tu gente. Sentiste felicidad y tristeza a la vez. Aún no imaginabas todo lo que te esperaba. No imaginabas que ibas a extrañar el subirte a una combi y guerrearle al cobrador por pagarle una china mientras escuchas por la radio a todo volumen un perreo reggetonero. Nunca antes el himno nacional te había emocionado tanto. Afuera descubriste que Chabuca Granda era lo mejor, que el limón peruano es el mejor y que amigos solo hay en Perú. Por primera vez se te escarapela el cuerpo escuchando a Pedro Suárez Vertiz, a Tongo. Ahora viajarás en trenes llenos de gente como tú (donde no suben ambulantes), gente que madruga para ir a trabajar y poder mandar a fin de mes la bendita remesa, la platita para mamá, los pañales para el niño.

El porqué de la fuga
A lo largo del 2005 las remesas (dinero enviado del exterior) que ingresaron al Perú sumaron alrededor de 1,441 millones de dólares. 723 millones de dólares más que en el 2000 (US$ 718 millones). Por lo tanto, se puede afirmar que las remesas crecieron a un ritmo anual de 15 por ciento en el periodo 2000-2005.

Es hora de despedirse, se oye en los parlantes: Pasajeros con destino a la ciudad de Nueva York, por favor, pasar a la sala de embarque número 4. Passengers to the city of New York, please to happen to the departure lounge number four. Esto último no has entendido pero ya sabes de qué se trata. Abrazos y lágrimas de familias enteras despiden a sus hijos, sobrinos, esposos o amigos; un peruano más de los miles de peruanos se va a otro país en busca de las oportunidades que su patria no les da.

La escena se repite a diario en el aeropuerto Jorge Chávez. Las razones son muchas; la más recurrente es la exclusión social y económica en que vive la mayoría de peruanos, sin posibilidades de estudiar ni de trabajar. Yo solo espero volver a ver pronto a David, mi mejor amigo, el de las travesuras en el barrio. Otros, como dice la canción, buscan la visa para un sueño. Buscando visa: la razón de ser. Buscando visa, para no volver.