Hay lugares que recordaré toda mi vida y Pisco será uno de ellos. Hay momentos que recordaré toda mi vida y el 15 de agosto de 2007 será una fecha para hacerlo. Hay sentimientos que recordaré toda mi vida y lo serán el haber sido testigo de tanto dolor, desolación y muerte.
Han pasado 14 días desde aquel infierno y yo sigo preguntándome si estaba preparado para eso. Se lo pregunte a mi compañero aquella primera mañana de dolor con la que despertó la ciudad de Pisco. Me respondió que no. Y es que nada en esta vida te prepara para ser testigo de la muerte. Olerla, respirarla, caminar sobre ella, tenerla tan cerca y sobre todo asumirla.
En estas dos semanas he podido ver las dos caras de la moneda. Vi grandes muestras de desprendimiento y acciones solidarias que me hicieron creer nuevamente en la condición humana. Pero también vi el lado despreciable del hombre, aquel que trafica y se alimenta de la desgracia ajena. Buitres mediáticos que buscan vender una imagen o sacar tajada a costo del dolor de otros. A esos seres solo los puedo llamar hijos de puta y felizmente ustedes ya saben quienes son.
Existen mil historias que contar, mil ángulos que dar, mil imágenes que tomar pero siempre existirá un solo sentimiento, ese que lleva en la piel todo pisqueño de nacimiento y que a pesar de los 7.9 grados nunca se derrumbó, a pesar que la cifra de victimas superó las 4 que inicialmente informó el presidente – sin saber lo que en verdad pasaba- y que ahora ya suman mas de 500, a pesar que tu mama o tu papa o tu hijo o tío o tu hermana ya no están a tu lado porque tuvieron que partir, a pesar que existen 100mil damnificados y que muchos de ellos duermen en las calles sufriendo de frío porque el gobierno aun no es capaz de organizarse para darles techo, a pesar que la comida que les dan no es suficiente, a pesar de todo para lo que te esforzaste y trabajaste durante años lo veas ahora derrumbado, aplastado, hecho polvo. A pesar de eso y mucho más, este sentimiento aun esta presente y seguirá latiendo en muchos corazones: YO AMO A PISCO. Y TU? Ésta frase no la inventé yo. Ésta frase tan significativa en estos momentos dificiles se puede leer desde la plaza de armas de Pisco en un gran letrero sobre un edificio que no se derrumbó y que se levanta a lo alto, así como lo hará en un futuro esta hermosa ciudad.
Han pasado 14 días desde aquel infierno y yo sigo preguntándome si estaba preparado para eso. Se lo pregunte a mi compañero aquella primera mañana de dolor con la que despertó la ciudad de Pisco. Me respondió que no. Y es que nada en esta vida te prepara para ser testigo de la muerte. Olerla, respirarla, caminar sobre ella, tenerla tan cerca y sobre todo asumirla.
En estas dos semanas he podido ver las dos caras de la moneda. Vi grandes muestras de desprendimiento y acciones solidarias que me hicieron creer nuevamente en la condición humana. Pero también vi el lado despreciable del hombre, aquel que trafica y se alimenta de la desgracia ajena. Buitres mediáticos que buscan vender una imagen o sacar tajada a costo del dolor de otros. A esos seres solo los puedo llamar hijos de puta y felizmente ustedes ya saben quienes son.
Existen mil historias que contar, mil ángulos que dar, mil imágenes que tomar pero siempre existirá un solo sentimiento, ese que lleva en la piel todo pisqueño de nacimiento y que a pesar de los 7.9 grados nunca se derrumbó, a pesar que la cifra de victimas superó las 4 que inicialmente informó el presidente – sin saber lo que en verdad pasaba- y que ahora ya suman mas de 500, a pesar que tu mama o tu papa o tu hijo o tío o tu hermana ya no están a tu lado porque tuvieron que partir, a pesar que existen 100mil damnificados y que muchos de ellos duermen en las calles sufriendo de frío porque el gobierno aun no es capaz de organizarse para darles techo, a pesar que la comida que les dan no es suficiente, a pesar de todo para lo que te esforzaste y trabajaste durante años lo veas ahora derrumbado, aplastado, hecho polvo. A pesar de eso y mucho más, este sentimiento aun esta presente y seguirá latiendo en muchos corazones: YO AMO A PISCO. Y TU? Ésta frase no la inventé yo. Ésta frase tan significativa en estos momentos dificiles se puede leer desde la plaza de armas de Pisco en un gran letrero sobre un edificio que no se derrumbó y que se levanta a lo alto, así como lo hará en un futuro esta hermosa ciudad.
Yo.